Por Redacción
El semáforo epidemiológico de cuatro colores marca el comportamiento del Covid-19 en cada estado de México, de acuerdo con los indicadores que lo conforman, en especial la ocupación hospitalaria y la dispersión activa de la enfermedad. Con el semáforo naranja se abre también la posibilidad de que vuelvan a operar las actividades no esenciales respetando los lineamientos y cuidados sanitarios, como lavarse las manos y sana distancia de 1.5 metros para evitar contagios.
La transición de rojo a naranja elevará las actividades generales en el estado, de acuerdo al riesgo epidemiológico que exista en ese momento, es decir, regresarán o pasarán a la nueva normalidad. Las fábricas deberán reducir su aforo al menos 75%. Lugares como teatros, cines, plazas públicas o museos que se mantienen mantuvieron cerrados podrán permitir su apertura con un 25% a partir del cambio.
La ocupación hotelera podrá ser del 50%, mientras que las áreas comunes podrán tener un aforo también del 50%.
Por su parte, las estéticas, barberías y peluquerías podrán ofrecer servicios por medio de cita y a la mitad de su capacidad con espacios de ventilación adecuados.
El ingreso a mercados y supermercados podrá ser del 75% y solo podrá ingresar una persona por familia; mientras que los conciertos y bares permanecerán cerrados y solo podrán abrir cuando el semáforo pase a amarillo.
El semáforo se basa en cuatro indicadores que son: ocupación hospitalaria; tendencia de COVID-19 (casos sospechosos registrados); tendencia de personas que se están hospitalizadas y la positividad al coronavirus.
El semáforo comenzará a operar a partir de la próxima semana. De acuerdo con las autoridades sanitarias, éste arrancará operaciones a partir del próximo lunes 20 de julio y estará vigente hasta el domingo 2 de agosto según los 15 días que se ha determinado en presentar el semáforo. |